Este artículo examina si la sucralosa, un edulcorante artificial popular, es malo para las personas con síndrome del intestino irritable (SII). Explora los hallazgos científicos sobre los efectos de la sucralosa sobre la motilidad intestinal, el microbioma y los síntomas del SII, lo que resalta que si bien la sucralosa es de bajo fodo y generalmente es seguro en moderación, sensibilidades individuales y datos humanos limitados garantizan precaución. También se discuten alternativas y asesoramiento práctico para la gestión del SII.